Sa linia de pretendere duos istandard po sa limba sarda (unu "campidanesu" e s'àteru "logudoresu") no tenet nudda a ite biere cun Norvégia e Ladinia. Assimbigiat de prus (si est lìtzitu a faere custos paragones...) a sa chistione chi ddue est intre catalanos-foeddantes de Catalunia e cussos de sa Valencia, chi faeddant catalanu cun calchi variatzione de pagu contu. Ma sa polìtica filoispagnolista de sos partidos valentzianos at istrumentalizau sas pìticas diferentzias de sas duas variedades fintzas a ispinghere sos valentzianos a faeddare de "limba valentziana" e non catalana. Sos resurtados de custa polìtica masochìstica si cumentzant a biere oe, a distantzia de annos: mentras sa Catalunia irmanniat sa poderesa in sa limba e si podet atrivire a si giamare "natzione", in Valencia s'ùnicu a bìnchere est su natzionalismu ispagnolista mentras sa limba est in dificultade. Est de pagu meses a como posca s'umiliatzione chi s'Unione Europea at giadu a sa Valencia arrefudandosi de traduire in valentzianu puru su testu de sa Costitutzione Europea. "Sunt limbas uguales" - at nadu s'Unione Europea proite depimus pèrdere tempus e dinare po traduire ambas? Po sas fissatziones de calencunu localista chi cheret fàere su pische mannu in sa bartza pìtica, intamas de su pische uguale a sos àteros in sa bartza manna? A dolu mannu, una limba istandardizada est una netzessidade in logu nostru, assumancu in s'amministratzione. Gasi in Sardigna po parare fronte a su dannu (netzessariu) de una limba unificada calencunu nde pretendet duas, coglionende sa gente cun sa faula chi dognunu at a faeddare e iscriere sa sua. No est gasi, e non podet éssere gasi. Ant éssere intamas duos istandard unificados e istandardizados, duas LSU chi ant a crobare sos problemas intamas de ddos minimare. Atera cosa est a avalorare, a su costau de sa limba istandar amministrativa ufitziale, sas variedades naturales locales de cada bidda. E intantu ddue at gente chi isfrutat "contra legem" sos fundos po sa limba sarda po avalorizare solu su "dialetu" suo e chie cumintzat a faeddare de "Lingua campidanese" fraigandosi sa bartza pìtica chi ddi serbit po isprèmere a manera abusiva su dinare pùblicu intregau intamas a sa limba sarda totu intrea. Fintzas a cando una Unione Europea o un'autoridade calesisiat non ddos at a umiliare...chirchende fintzas dannos e responsabilidades si no ant arrespetadu s'ispiritu e sa forma de sas leges de sa limba, chi faeddant de "lingua sarda" e non de variedades, o de logudoresu o campidanesu, o de itesisiat chi non siat "lingua sarda" comente est iscritu in sas leges de sa Regione e de s'Istadu.
Zapatero, Maragall y la lengua catalana
Figúrense la sorpresa de los funcionarios de la Unión Europea al recibir dos idénticos borradores de la Constitución uno en valenciano y otro en catalán. El "funcionario" los revisa página por página y los ve idénticos hasta en la comas, pero uno es en lengua catalana y el otro en lengua valenciana. Obviamente, pensará que el Presidente del Gobierno español le está tomando el pelo o que es una broma de la cámara oculta.
Y es que, históricamente, el Gobierno socialista no supo resolver esta cuestión por la propia incapacidad valenciana de resolver "sus problemas de identidad" y esto está trayendo consecuencias actuales como la ocurrida al Presidente Zapatero.
Permítanme que le dé la razón a Pascual Maragall. El president de la Generalitat tiene todo el derecho a enfadarse y a mandar a los tribunales a un inocente Zapatero. ¿Se imaginan a los "andaluzes" de Chaves redactando una Constitución diferente de la castellana? ¿Lo hubiera consentido el Presidente de Castilla -León? ¿Lo hubiera consentido el propio Zapatero?
Es insostenible que un Estado serio dé cobertura a fobias artificiales y se preste a utilizar la lengua como instrumento. No hay un filólogo serio que pertenezca a una universidad seria dentro y fuera de España que sostenga que el valenciano y el catalán son dos lenguas diferentes. Es más las tres universidades de la Comunidad Valenciana y sus respectivos departamentos de filología (que por cierto se llaman de filología "catalana") han hecho mil declaraciones en favor de la unidad de la lengua y sobre la identidad de ambas denominaciones.
La derecha valenciana basó desde hace años su estrategia nacionalista (más bien regionalista) en un anti-catalanismo visceral. Un sector de la prensa "Las Provincias" (en la época de una ambiciosa periodista variopinta Maria Consuelo Reina, defenestrada por el propio PP) alimentó durante años, con argumentos que rayaban en la mayor demagogia, populismo y folklore a un sector político que se agrupaba en la "Unión Valenciana". Este pequeño partido, que siempre deambuló dentro de la mayor debilidad en el escenario político valenciano, tomó como bandera la "lengua valenciana", esto es, una lengua diferente de la catalana, dotada de una Academia y todo, pese a las fuertes críticas que las universidades valencianas realizaban a este folclórico sector.
Ni el PP, que eligió a un científico como Grisolía como árbitro, pero que protegió a este sector dándole un peso y relevancia que no le correspondía, ni anteriormente el partido socialista valenciano que anduvo en la mayor ambigüedad para no ser tachado por los radicales de "catalanistas", tuvieron la honestidad, capacidad, seriedad y fuerza para poner las cosas claras.
Hoy en Europa hemos hecho el ridículo todos los españoles. Zapatero podrá escudarse en temas legales e incluso callarle la boca a Maragall, pero se ha convertido en continuador de un inmenso fraude que los propios documentos reflejan escandalósamente: los dos ejemplares de la Constitución en catalán y valenciano son idénticos.
Los catalanes son a veces excesivamente pretenciosos. Podría estar de acuerdo en no autorizarles ni la selección de fútbol, el dominio ca, la matricula de coche, ni más autonomía de la que tienen, pero sí les daría lo que es suyo por derecho propio: su identidad cultural y lingüística compartida con otra parte del territorio español perteneciente a otra Comunidad Autónoma. El delito de utilizar la demagogia de ciertos intereses conservadores con la mentira y la distorsión (especialmente a través de la prensa) es intolerable cuando entra dentro de una materia tan seria como la lengua o la cultura.
Sr. Presidente Zapatero, es muy interesante su foto con los rectores, pregúnteles acerca del valenciano y el catalán, por favor, hágales caso. Y deje a los los folclóricos que se ocupen de la fallas.
Sr. Maragall, por un día me ha caído muy simpático, mantenga su demanda... :) pero olvídese de los paisos catalans. Aunque, sin duda, contribuirían a hacer de Catalunya un espacio más abierto, cercano a España, más solidario y plural.